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10 mar 20
No todos los plásticos son iguales. Las botellas de agua mineral natural están fabricadas con PET, tereftalato de polietileno. Un material que fue producido por primera vez en 1941 por los científicos británicos Whinfield y Dickson y que comenzó a utilizarse en envases en 1976.
El PET es un material ligero, por lo tanto, los productos envasados en este material son más eficientes durante su transporte y distribución, reduciendo el consumo de combustibles fósiles y, en consecuencia, las emisiones de CO2 a la atmósfera. Hoy, el 82% de las botellas de agua de Europa están hechas de PET.
Todos los envases de PET son 100% reciclables. Es decir, que se pueden reciclar a través del contenedor amarillo. Las botellas pueden tener una segunda vida. El reciclaje de envases PET es importante en la lucha contra la contaminación y el calentamiento global. Como consejo: ¡recuerda siempre reciclarlos con el tapón puesto!
El PET es el único plástico que, una vez reciclado, puede tener uso alimentario. El resultado se llama rPET y está certificado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Por tanto, es un plástico de infinitas vidas. Se pueden hacer botellas de PET hechas de otras botellas múltiples veces, siempre que sean transparentes y no de colores.
¿Por qué es importante reciclar? Una botella de plástico puede tardar tan solo 60 días en convertirse en una botella nueva (y así infinitas veces); frente a los años que tardaría en biodegradarse. ¡Recicla!
El sector del agua fue el primero de la industria de alimentación y bebidas en fabricar envases con plástico reciclado. Bezoya ha lanzado al mercado botellas de 0,33 y 0,5 litros creadas en su totalidad a partir de residuos plásticos (rPET). A finales de 2020 en sus envases de 1,5 litros y sus garrafas utilizará 50% de rPET y su compromiso es que en 2022 el 100% de sus botellas estén hechas de este material.
Gracias a este procedimiento, Bezoya conseguirá en 2020 devolver al ciclo 187 millones de botellas del tamaño de 1,5 litros; es decir, dejará de utilizar 4.600 toneladas de plástico. Este cambio a plástico reciclado implica una reducción de emisiones de -82% gCO2e/botella lo que equivale al consumo de 7.500 vehículos diésel durante un año.
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