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08 oct 18
Los orígenes
Hace casi 50 años lanzamos al mercado el primer envase de la primera leche uperisada en formato tetra brik aséptico. Fue una revolución, ya que hasta entonces este producto se consumía en botellas de cristal. A finales de los sesenta el proceso de elaboración de leche en España consistía en ordeñar, embotellar y vender en el momento. La central láctea adquirida por Tomás Pascual tenía capacidad para fabricar tres mil litros de leche al día y para sacarla adelante era preciso expandir la cartera de clientes a otras poblaciones. Su sueño era producir la leche en Aranda y comercializarla en Madrid, Sevilla o Barcelona y no solo en las ciudades limítrofes
Para ello, resultaba imprescindible envasar en recipientes que permitieran su conservación durante mucho más tiempo. El fundador de Pascual viaja a Inglaterra y descubre la uperisaciòn: una máquina sometía la leche a una inyección de vapor a 148 grados durante 2,4 segundos y conseguía una total destrucción de las bacterias, sin alterar el sabor a recién ordeñada y respetando todas sus vitaminas y proteínas. Sobre todo, permitía una conservación durante tres meses sin necesidad de frío.
Tomás Pascual prosigue su periplo por Europa, esta vez visitando Suecia, la empresa TetraPak, que había desarrollado un envase de cartón al que habían dado en llamar: “Tetra Standard Aseptic”. Este nuevo envase acabaría siendo el elegido por Tomás Pascual: el tetra brik, un formato de cartón reforzado con capas de aluminio que permitía conservar la leche mucho más tiempo y en las mejores condiciones.
Medio siglo de innovaciones en los envases de leche
Tras el éxito inicial, la siguiente innovación vio la luz en 1980 con el lanzamiento de la primera leche baja en grasa en un formato de brik evolucionado respecto a los primeros envases.
En los años ochenta se introdujo el 'abre fácil' con un diseño que utilizaba una mayor calidad de impresión y en los noventa aparecieron tres variedades de lácteos cada uno con un color identificativo (leche entera- azul oscuro-, semidesnatada - azul celeste- y desnatada -rosa-).
Progresivamente se incorporaron fotos y tramas de fondos a los envases y surgieron los lácteos funcionales, con packs que aportaban información adicional al consumidor. En los años sucesivos se lanzó el envase tetraprisma, aparecieron nuevos formatos familiares y de la mano de Pascual regresó la botella, esta vez, la primera uperisada en PET del mercado .
Cierres más cómodos materiales cien por cien reciclables y más resistentes, etiquetados amplios, transparencia acerca de las propiedades nutricionales... En definitiva, si la marca se compromete con el consumidor, el packaging no puede defraudarle.
El packaging del siglo XXI responde a las necesidades de un consumidor preocupado por el origen de los productos, la sostenibilidad y de los efectos del envase en el entorno.
El envase como elemento diferenciador
Mari Cruz Córdoba, nuestra responsable de Envases y Embalajes, explica que “el envase constituye la primera impresión sobre una marca, tanto en tienda física como online. Lo ideal es que consumidores sean capaces de reconocer el producto de forma instantánea, aunque no tenga la etiqueta o se encuentre en otro contexto”.
El punto de venta es un elemento clave para que el packaging destaque; los lineales están cada vez más saturados de productos y resulta complicado sobresalir. Según un estudio de Nielsen, expertos en gestión de la información acerca de empresas y clientes, bastan 6 segundos para que un consumidor decida qué producto va a llevarse basándose en los que tiene delante.
El nuevo envase de Leche Pascual
A la hora de diseñar el nuevo envase nuestros expertos elaboraron diferentes estudios para dar voz al consumidor y escuchar las expectativas actuales que tiene nuestra sociedad. Tras entender sus gustos y necesidades, llevamos a cabo los siguientes cambios:
Nuestra responsable de Envases y Embalajes destaca que “la funcionalidad y el diseño tienen la misma importancia para el consumidor. La funcionalidad es lo que determina la experiencia de consumo, mientras que el diseño puede marcar la diferencia y ser un foco importante de atención".
Cruz Córdoba indica también que "en Calidad Pascual nos hemos centrado en la creciente demanda de sostenibilidad de los envases atendiendo no sólo a las peticiones del consumidor, sino también a las exigencias de una sociedad actual concienciada con la importancia de cuidar nuestro entorno". Así, para nosotros, cuidar el medioambiente es algo en lo que trabajamos en toda nuestra cadena de valor. Tanto en el proceso de envasado, como en la movilidad de la flota o en nuestra labor de producción.
Tetrapak, nuestra colaboradora, es la encargada de llevar a cabo las mejoras del nuevo envase, considera que el envase actual es, sin duda, uno de los más innovadores del mercado y destaca notablemente en el sector de lácteos gracias a su innovación y a su funcionalidad.
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