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13 may 19
Campo de avena
En este contexto, la relevancia del cultivo local está a la orden del día. Parte esencial de esa concienciación por la procedencia de lo que consumimos es el valor que concedemos al trabajo de aquellas personas que hacen posible que esos productos lleguen a nuestras casas.
Hace años, la agricultura era el principal motor del país y tenía un papel en primera plana. De hecho, fue el sector que sostuvo la economía española hasta la década de 1960, cuando se produjo el boom del sector servicios debido al enorme desarrollo del turismo. A comienzos del siglo XX el sector primario suponía el 46,4% del PIB de nuestro país y empleaba al 66,7% de la población activa. Hoy, sin embargo, supone un 2,6% del PIB y agrupa apenas al 4,7% de las personas trabajadoras.
Pero este descenso numérico no impide que la importancia de esta actividad en la economía y el empleo de nuestro país siga siendo trascendental. La agricultura ha dejado una huella imborrable en nuestra historia y forma parte de nuestro ADN. ¡Qué sería de las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza sin los campos y sus molinos!
En esos extensos campos, en los que tantas aventuras e historias se han vivido y se seguirán viviendo, es donde reside el secreto de la calidad. Los cultivos locales, cuidados con esmero y dedicación, son la mejor forma de aportar valor no sólo a los productos que fabricamos, sino a la sociedad y a sus personas.
Decía precisamente Don Quijote que “un pueblo que se siente protagonista de su propia acción la avala y se convierte en un verdadero actor de la transformación y del cambio”. Por eso, en Calidad Pascual viva e tenemos un compromiso con la gente que lucha a diario por mantener viva esta actividad, esforzándose y trabajando con una enorme profesionalidad para lograr dar lo mejor.
Una cuestión de origen
Al igual que la Leche Pascual procede de vacas felices que viven en granjas con garantía de Bienestar Animal, queremos que los cultivos donde se obtiene la avena para elaborar la bebida vegetal Vivesoy Avena 100% local sea de origen completamente nacional, por todo lo que ello implica.
“Como empresa familiar tenemos el compromiso por el desarrollo local y la creación de valor a lo largo de la cadena. Esto se materializa en la apuesta por la agricultura sostenible y el desarrollo social de la comunidad”, señala Mar Doñate, directora de Marketing e I+D de Calidad Pascual. A día de hoy, la cadena de valor de Vivesoy genera más de 600 puestos de trabajo en España, pero con esta medida queremos que la cifra sea aún mayor.
El cultivo de avena es ideal en España por las características de este cereal. Además, al ser una planta de estación fría con sensibilidad a las altas temperaturas, se adapta perfectamente al clima del hemisferio norte y en especial al de la península. Así, la bebida vegetal Vivesoy Avena 100% local está elaborada con avena procedente en su totalidad de campos de cultivo españoles, situados en las provincias de Palencia, Burgos, Álava, Navarra y Huesca. Estos lugares no sólo cuentan con unas características climáticas óptimas, sino también con recursos técnicos y humanos de garantías. En este 2019 hemos dado un paso firme para apostar por la vuelta a los orígenes conseguir que toda nuestra producción sea de origen local. “Para nosotros es un honor poder transmitirles nuestro compromiso con el productor local y nuestro interés por construir modelos de producción sostenibles y éticos”, afirma Mar Doñate.
Comenzamos con la avena, pero queremos que todas las bebidas de Vivesoy (avena, almendra, espelta, soja) se elaboren con ingredientes procedentes del cultivo local. La búsqueda del bienestar de las personas es parte esencial de nuestros valores, y es nuestra responsabilidad implicarnos para lograrlo. Porque, como bien decía Miguel de Cervantes, “cada uno es artífice de su propia aventura”, y en Calidad Pascual queremos que nuestras personas sean protagonistas de ella.
Curiosidades acerca de la avena
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