17 Abr 2023

¿Cómo llegó la soja a España hace 20 años?

Hablar de soja hoy en día es algo muy habitual. La bebida de soja, por ejemplo, está presente en muchos hogares y cuando vas a tomar un café ya te preguntan qué tipo de bebida quieres añadir: leche entera, desnatada, sin lactosa, bebida de soja… Pero ¿y hace 20 años? Si preguntábamos por soja a alguien a principios del año 2000, posiblemente la relacionasen con el tópico de salsa utilizada en la cocina o ni siquiera eso…

Lo cierto es que la soja es un alimento muy completo, una proteína vegetal con alto contenido de aminoácidos, fibra y vitaminas. Es la legumbre con mayor porcentaje de proteína, hasta un 44%, lo que la convierte en una buena alternativa a la proteína cárnica.

En Pascual llevamos desde 2004 sembrando soja en España, y seguimos siendo la principal y única empresa con el 100 de aprovisionamiento nacional. La única manera de que el producto sea 100% nacional es ofreciendo a nuestros agricultores seguridad y rentabilidad. Y esto se consigue invirtiendo en I+D para poder obtener rendimientos igual de competitivos que con cualquier otro cultivo.

La pregunta esencial hace 20 años era cómo se logra sacar adelante un nuevo cultivo. En el caso de Pascual, fue basándose en tres pilares dentro de su estrategia de I+D: los campos de ensayo, la selección de las variedades de soja más interesantes y la búsqueda del mejor ciclo de sembrado, seleccionando la maquinaria adecuada.

Un nuevo cultivo por descubrir

Como en muchas facetas de la vida, lo más operativo era comenzar por el método del ensayo-error. El objetivo final era tener claro que era un cultivo viable y saber en qué condiciones se podía obtener el máximo desarrollo optimizando recursos. Lo primero que se hizo fue buscar campos de ensayo por la península para tener datos fiables en diferentes zonas agroclimáticas y así conocer mejor la realidad a la que el agricultor se va a enfrentar. Estos campos de ensayo pueden ser propios o en colaboración con instituciones locales.

Existían dos tipos de campos de ensayos. Uno, las microparcelas, que daban mucha información en un espacio muy reducido. Se trata de parcelas de aproximadamente una hectárea dividida en parcelas de 20 metros cuadrados.

La otra opción eran los ensayos en bandas, que ocupan una superficie que puede ser superior a una hectárea (8 hectáreas por ensayo, aproximadamente). Las bandas permiten hacer pruebas a una escala más industrial que las microparcelas.

En la variedad está el acierto

Tan importante es controlar el cultivo como ver qué variedad es la que mejor se va a poder dar en la zona seleccionada. Los productores de semilla de soja actualizan constantemente su material genético, lo que se traduce en nuevas variedades que salen al mercado y que Pascual puede seleccionar las que sean más interesantes para el nivel de calidad requerido, los intereses del agricultor y las zonas de trabajo.

En el caso de la soja, sus variedades se establecen en ciclo largo y corto. Las de ciclo largo necesitan más tiempo para producir su fruto y dan un rendimiento superior a las de ciclo corto. Las de ciclo corto, por el contrario, requieren menos tiempo para su producción. Esto es interesante a la hora de cultivar, ya que, por ejemplo, permite sembrar ciclos largos en zonas cálidas en primavera y ciclos cortos en zonas más frías por riesgos de heladas.

Los últimos detalles

Una vez seleccionada la variedad y puestos en marcha los campos de cultivo, es muy importante ver cuál es la mejor manera de sembrar esta legumbre. Por ejemplo, en Pascual el último año hicimos hincapié en la siembra, probando distintos tipos de maquinaria, ciclos cortos o largos o diferentes tamaños de líneas o parcelas.

La soja se puede sembrar con una sembradora de cereal convencional, con una sembradora monograno y con una sembradora de siembra directa. A su vez, el marco de siembra, es decir, la anchura a la que se siembra entre cada línea de siembra es muy variable. Si sembramos las líneas muy juntas enseguida la soja tapará el suelo evitando la aparición de malas hierbas, y si sembramos muy ancho, la soja estará mejor aireada y tendrá menos problemas.