La FAO define las pérdidas en el Proyecto “Huella del despilfarro de alimentos” como la contabilidad ambiental de las pérdidas y desperdicio de alimentos” , o como la disminución, en la cadena trófica, de la masa alimentaria comestible durante las etapas de producción, postcosecha, elaboración y distribución. Dichas pérdidas son causadas esencialmente por un funcionamiento ineficiente de las cadenas de suministro.
Según el mismo documento, el desperdicio se define como el descarte de alimentos aptos para el consumo. Según este Organismo, el desperdicio de alimentos se puede evitar normalmente y está relacionado esencialmente con malos hábitos de compra y consumo, así como por una inadecuada gestión y manipulación de los alimentos.
Otros trabajos coinciden en situar las pérdidas en las primeras fases de producción y procesado de los alimentos, y los desperdicios en las fases de distribución y consumo, como refleja el siguiente gráfico de la iniciativa EveryCrumbCounts.
Hablar de desperdicio alimentario supone tratar uno de los mayores problemas evitables a los que se enfrenta el ser humano. Existen razones obvias por las que no es deseable perder los alimentos producidos, las cuales se pueden enfocar desde tres puntos de vista:
Punto de vista medioambiental: el desperdicio de alimentos comporta una elevada huella ecológica, por su impacto directo sobre el consumo de agua, tierra, las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de la biodiversidad.
Punto de vista económico: el desperdicio alimentario representa también un problema desde el punto de vista económico para los consumidores, comunidades, compañías y gobiernos, al realizar un gasto en un recurso que se pierde o es desperdiciado. Además, debe considerarse el gasto derivado del tratamiento posterior del desperdicio.
Punto de vista social: el desperdicio alimentario supone un obstáculo en el objetivo de acabar con el hambre y la pobreza en el mundo, además de representar un asunto inaceptable a nivel ético.
En el marco de la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, la economía circular es clave para alcanzar el objetivo de eficiencia de los recursos (asegurar que la economía crece siendo menos dependiente de los recursos utilizados y mejorando el medio ambiente).
Partiendo de este referente Pascual, ya en el año 2013 integró en su Plan Medioambiental ,líneas estratégicas que inciden entre otros aspectos directamente en la prevención del desperdicio de alimentos directamente. Actuaciones que van desde el aprovisionamiento sostenible a la gestión de residuos, siendo uno de los objetivos en este Plan la apuesta de la compañía por la prevención del desperdicio alimentario a través de distintas acciones e iniciativas internas y externas como:
Participación activa en los grupos de trabajo existentes sobre desperdicio alimentario en instituciones como la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC).
Colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, responsable de la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, un programa para la reducción del desperdicio alimentario y la valorización de los alimentos desechados.
Creación de un grupo de trabajo interno para tratar esta materia, con el que se ha conseguido:
Conocer que hace la compañía al respecto en toda su cadena de valor.
Contar con una estrategia orientada a la prevención y reducción de pérdidas de materia prima y/o producto.
Reducción del desperdicio alimentario a lo largo de la cadena de valor.
Reducción del desperdicio alimentario en toda la cadena de valor: La Compañía trabaja para la reducción de los desperdicios a lo largo de toda su cadena de valor, no sólo en su fase de producción. De esta manera, se han clasificado las acciones destinadas a la reducción del desperdicio alimentario en las siguientes etapas:
Desarrollo de acciones formativas: En Pascual se organizan periódicamentelas acciones formativas dirigidas al equipo comercial se incluyen pautas y recomendaciones que deben tener en cuenta a la hora de asesorar a los clientes, no solo en la rotación del producto en su establecimiento, sino también en la adquisición de cantidades de producto ajustadas a sus previsiones de venta.
Auditorías de ingredientes o materias primas:En las auditorías de ingredientes o materias primas realizadas a proveedores externos, además del control del cumplimiento de las especificaciones pactadas, se realiza especial énfasis en que se consideren las buenas prácticas y recomendaciones elaboradas por Pascual en relación con la prevención del desperdicio de materia prima u otros insumos.
Donaciones de alimentos excedentarios:Pascual realiza donaciones de alimentos excedentarios aptos para su consumo. En ningún caso se realizan donaciones de productos que hayan superado su fecha de consumo preferente, con base en los acuerdos alcanzados con los bancos de alimentos de las ciudades en las que la compañía tiene presencia. Además, Pascual colabora en la clasificación de los productos con voluntarios de la propia empresa.
Campaña de sensibilización social “Movimiento Rap”: Pascual
El Movimiento RAP es una acción promovida por Pascual con el objetivo de sensibilizar a los consumidores sobre la necesidad de disminuir la cantidad de alimentos que diariamente se tiran a la basura, así como de informar de los principales beneficios que implica la reducción del desperdicio.